El evento sirvió para destacar la riqueza natural de los bosques del Magdalena y la urgencia de implementar acciones concretas para su conservación frente a las amenazas ambientales. En el marco del Día Internacional de los Bosques, la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag) llevó a cabo una jornada de educación ambiental en la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta. La actividad, que reunió a expertos, estudiantes y organizaciones ambientales, estuvo encabezada por el director general de la entidad, Alfredo Martínez Gutiérrez, y la consejera Ati Gundiwa Villafaña. Durante el evento, se resaltó la importancia de la conservación de los bosques para el equilibrio ecológico, el bienestar de las comunidades y la mitigación del cambio climático. Este año, el lema a nivel mundial fue “Bosques y Alimentos”, destacando cómo los bosques no solo proporcionan alimentos esenciales, sino que también desempeñan un papel clave en la agricultura, la biodiversidad y la regulación del clima. En el departamento del Magdalena, estos ecosistemas son vitales para la seguridad alimentaria y la protección de las comunidades locales. Sin embargo, enfrentan grandes amenazas, como la deforestación y los incendios forestales, lo que hace urgente la implementación de estrategias para su conservación. La jornada contó con la participación activa de estudiantes de la Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental de la Universidad del Magdalena, quienes tuvieron la oportunidad de ampliar sus conocimientos sobre la biodiversidad y comprender el papel fundamental de los bosques en la regulación del clima, la conservación del agua y la protección de la fauna silvestre. A través de actividades didácticas y charlas especializadas, los asistentes pudieron conocer de primera mano las amenazas que enfrentan estos ecosistemas, así como las estrategias para su preservación y manejo sostenible. Como parte de las actividades de sensibilización, se llevó a cabo una sesión de observación de aves, liderada por miembros del Proceda de Aves de Bonda, con el apoyo de la organización PROAVES y las agencias de turismo Corporation Wetlands Corp y Wetlands Wildlife. Durante esta actividad, los participantes identificaron diversas especies de aves nativas y migratorias, reconociendo la importancia de los bosques como hábitats esenciales para la avifauna local. La observación de aves no solo permitió el aprendizaje sobre la diversidad de especies presentes en la región, sino que también fomentó la apreciación de la riqueza natural del Magdalena y la necesidad de su conservación. Otro de los momentos más significativos de la jornada fue la realización de una ofrenda simbólica en el sitio sagrado Matatukö, un espacio de profundo significado para las comunidades indígenas. Esta ceremonia destacó la conexión de este sitio con los ríos, la Ciénaga Grande, el mar Caribe y los nevados de la Sierra Nevada, elementos fundamentales para el equilibrio ambiental y la armonía de la naturaleza. A través de este acto, se reforzó la visión ancestral sobre la interdependencia entre el ser humano y la naturaleza, recordando la responsabilidad compartida de proteger estos ecosistemas para las generaciones futuras. El evento contó con el respaldo de la Fundación Museo Bolivariano, entidad que administra la Quinta de San Pedro Alejandrino. Este histórico lugar, además de su valor patrimonial, representa un importante espacio de conservación en el que aún se preservan fragmentos de los bosques nativos del Distrito de Santa Marta. La colaboración de la fundación permitió que los asistentes recorrieran el lugar y comprendieran su relevancia no solo como sitio emblemático, sino también como refugio de biodiversidad.