Bogotá, una de las principales puertas de entrada del turismo internacional a Colombia, alzó la voz frente a la propuesta incluida en la reforma tributaria que busca eliminar la exención del 0 % de IVA para visitantes extranjeros.
El Instituto Distrital de Turismo (IDT) expresó su preocupación por el posible efecto que esta medida tendría sobre la competitividad del país como destino turístico. De aprobarse, servicios actualmente exentos —como alojamiento, paquetes turísticos y excursiones— pasarían a tener una tarifa del 19 %, lo que podría encarecer de forma significativa la experiencia de los viajeros internacionales.
Los datos respaldan el argumento del IDT. En 2024, Colombia generó más de USD 10.200 millones en divisas por turismo, con un incremento del 14 % respecto al año anterior. Solo en el primer semestre de 2025 ya se registraban USD 5.248 millones, un aumento del 11,4 % comparado con el mismo periodo del año anterior.
Bogotá, por su parte, recibió más de 14 millones de visitantes en 2024, de los cuales 1,8 millones fueron extranjeros. Para 2025, se espera cerrar con más de 2 millones de turistas internacionales, una cifra histórica. En diciembre del año pasado, el gasto turístico en la capital superó los $854 mil millones, y a lo largo del año el impacto económico del sector alcanzó los $8 billones.
Además del ingreso de divisas, el turismo representa cerca del 3 % del empleo formal en la ciudad, con más de 114.000 puestos de trabajo en sectores como alojamiento, gastronomía, transporte y actividades culturales.
🧾 Qué cambiaría con la reforma
Actualmente, los turistas no residentes no pagan IVA en servicios contratados en divisas a través del sistema financiero colombiano. Entre ellos están:
Alojamiento en hoteles y hostales
Paquetes turísticos integrados
Tours y excursiones con operadores registrados
Servicios a pasajeros de cruceros en tránsito
La reforma del Gobierno Nacional propone eliminar esta exención y trasladar el beneficio a un sistema de devolución posterior del IVA. Es decir, el turista pagaría el impuesto al consumir el servicio, y luego podría reclamar su reembolso al salir del país, similar a lo que ocurre en países como Francia o Alemania.
El Ejecutivo argumenta que esta medida busca reducir el uso indebido del incentivo, mejorar la trazabilidad y fortalecer la administración tributaria. Además, sostiene que el impacto en el turismo extranjero sería mínimo, dado que el gasto en alojamiento representa solo el 15,6 % del gasto total de un turista internacional, y que los precios no son el principal factor en la decisión de viaje para quienes recorren largas distancias.
La respuesta del sector en Bogotá
Desde el Instituto Distrital de Turismo, su director, Andrés Santamaría, aseguró que “esta reforma sería un duro golpe a la competitividad del país. El turismo ha demostrado ser un motor de desarrollo económico y social, que genera empleo, impulsa la inversión extranjera y visibiliza a Colombia ante el mundo”.
El funcionario hizo un llamado al Gobierno Nacional y al Congreso para reconsiderar la eliminación del beneficio tributario, que según el IDT ha sido una herramienta eficaz para dinamizar el turismo receptivo y posicionar a Colombia frente a competidores directos que mantienen exenciones similares, como Chile, Perú, Ecuador, Uruguay y Canadá.
La preocupación no se centra únicamente en la pérdida de incentivos, sino en las consecuencias prácticas de desincentivar el flujo internacional en un momento en el que el turismo colombiano muestra signos claros de consolidación.
A pesar de las garantías del Gobierno, el sector turístico teme que el nuevo modelo de devolución del IVA sea más complejo y menos accesible para el visitante extranjero promedio, lo que podría traducirse en una reducción del número de visitantes, del gasto por persona y del atractivo de Colombia como destino turístico de primer nivel en América Latina.