Según el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública –Sivigila, un total de 407  posibles casos de intentos de suicidio se registraron en la capital del Magdalena, durante lo corrido del año 2024, cifra que reflejó la necesidad urgente de estrategias de prevención y atención en salud mental por parte de la autoridad local. De la cifra anterior, 274 correspondieron a la población femenina bajo un porcentaje del 67.3%, mientras que, durante el mismo periodo del año anterior al vigente, 133 hombres intentaron suicidarse, representando un 32.7%. En ese sentido, se observó un aumento en los posibles intentos de suicidio, especialmente en el género femenino, patrón que destacó la necesidad de entender los factores específicos que afectaron a cada grupo demográfico y de la implementación de políticas de prevención que abordaran de manera diferenciada las causas y necesidades de hombres y mujeres. En cuanto a la población adulta mayor, los datos mostraron que solo dos personas mayores de 65 años intentaron suicidarse, representando un 0.5% del total de los casos registrados. Sin embargo, aunque esta cifra es baja en comparación con los demás grupos de edad, no deja de ser una señal preocupante que debe ser atendida con mayor atención, por lo que es esencial fomentar programas de apoyo psicológico y social para este grupo etario, que a menudo enfrenta condiciones de vulnerabilidad emocional y física.

REGISTROS POR LA ORIENTACIÓN SEXUAL

En cuanto a los registros por orientación sexual, los datos proporcionados por el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública Sivigila reflejaron una preocupante tendencia en las tasas de intentos de suicidio entre diferentes grupos. Según la información, las personas con inclinación bisexual presentaron un 30% de intentos de suicidio, seguida de las personas gay o lesbianas con un 20%, los heterosexuales con un 10% y otros con un 40%. Los datos subrayaron la importancia de abordar las condiciones de salud mental y bienestar emocional de la comunidad Lgbtiq+, destacando la necesidad de un enfoque más inclusivo y sensible a sus experiencias y desafíos.

POR ESTRATO

Según los datos proporcionados por Sivigila, se observó una clara concentración de posibles intentos de suicidio en los estratos socioeconómicos más bajos. El 2 lideró la cifra con un 42,9% de los casos, seguido por el estrato 1, que representó el 38,5%. Los anteriores porcentajes reflejaron una alta preocupación por la salud mental en las personas de estratos bajos, quienes enfrentaron mayores dificultades económicas, sociales y emocionales. En contraste, los estratos 3, 4, y 5 presentaron una notable disminución en la cantidad de intentos, lo que sugirió que a medida que se incrementa el nivel socioeconómico, la prevalencia de estos  disminuye significativamente. El estrato 6, con el porcentaje restante, también mostró una proporción baja, lo que indica que las personas en los estratos más altos tienen acceso a mejores recursos de apoyo psicológico y social.