Los ocho congresistas que firmaron para hundir la reforma laboral del Gobierno de Gustavo Petro resistieron de todo. Desde las embestidas burocráticas y los cantos de sirena del ministro Armando Benedetti, hasta enviados personales de la Casa de Nariño para hacerlos cambiar de opinión. Ministerios, institutos descentralizados, embajadas, consulados, contratos y hasta curules para le próximo Congreso aparecen en la lista de halagos con los cuales el gobierno pretendió sobornar a los senadores de la Comisión Séptima del Senado quienes se mantuvieron en su postura de hundirle a Petro la reforma laboral. ´Actuamos a pesar de las amenazas infames y cobardes que recibimos. Esto nunca pasó en anteriores gobiernos, Petro quiere imitar a Maduro y Ortega de Nicaragua, pero aquí no pudo. Esta es la verdadera democracia´, dijo el senador Miguel Uribe.

DEBATE DE SEIS HORAS

Tras una intensa jornada de debate que se prolongó por más de seis horas, la Comisión Séptima del Senado decidió archivar el proyecto de reforma laboral del Gobierno de Gustavo Petro. Con una votación de ocho votos a favor y seis en contra, la iniciativa llegó a su fin en esta instancia, convirtiéndose en el segundo intento fallido del Ejecutivo en esta materia. Los senadores que respaldaron la ponencia de archivo y, por ende, votaron por el hundimiento de la reforma laboral fueron: Miguel Ángel Pinto, Nadia Blel, Esperanza Andrade, Honorio Henríquez, Alirio Barrera, Berenice Bedoya, Lorena Ríos y Ana Paola Agudelo, nombres que muy difícilmente se les olidará a Petro Ellos fuero los mismos congresistas que firmaron días atrás la ponencia de archivo de la reforma laboral, ya que, según argumentaron, la iniciativa no cumpliría con los objetivos de generar nuevos empleos, un propósito que había sido uno de los pilares del proyecto. Por el contrario, añadieron, las medidas incluidas en la reforma podrían poner en riesgo los empleos existentes, especialmente en un contexto económico ya complejo para muchas empresas del país. La decisión de la Comisión Séptima se dio el mismo día en que miles de ciudadanos participaron en manifestaciones en varias ciudades del país en respaldo a las reformas impulsadas por el Gobierno. En respuesta, el presidente Gustavo Petro se pronunció desde la Plaza de Bolívar en Bogotá, cuestionando a los senadores que apoyaron el archivo de la reforma. En su discurso, expresó su desacuerdo con la decisión y enfatizó la necesidad de una movilización popular.

DECRETOS

Por su parte, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, anunció que, ante este revés legislativo, el Gobierno expedira nueve decretos reglamentarios relacionados con la reforma laboral, lo que podría significar una nueva estrategia para implementar algunos de los cambios propuestos sin necesidad de la aprobación del Congreso.