El miedo se ha apoderado del municipio de Pivijay, Magdalena, en zona rural, especialmente en el corregimiento de Media Luna, los enfrentamientos entre grupos criminales han convertido la vida de los habitantes en una pesadilla. La comunidad, atemorizada por la creciente ola de violencia, ha comenzado a cerrar sus negocios y refugiarse en sus hogares, mientras algunos ya han optado por abandonar el territorio. En medio de esta crisis de seguridad, la Policía del Magdalena capturó en las últimas horas a cuatro presuntos integrantes del Grupo de Delincuencia Común Organizada ‘Los Primos’ y el Clan del Golfo. Al momento de su detención, los sujetos fueron sorprendidos con panfletos extorsivos, cuyo propósito era presionar a los comerciantes para el pago de las denominadas ‘vacunas’. La primera acción judicial se derivó de la denuncia ciudadana y un minucioso seguimiento mediante cámaras de seguridad y circuitos cerrados de televisión, que permitió identificar a dos sujetos que intimidaban a la comunidad distribuyendo panfletos amenazantes alusivos a “Los Primos”. Sin embargo, esta captura es solo una pequeña muestra del complejo escenario que enfrenta la región. Defensores de derechos humanos han advertido que ‘Los Primos’ son responsables de varios hechos de violencia en Media Luna, donde mantienen una disputa territorial con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidas como Clan del Golfo. De acuerdo con la activista Norma Vera Salazar, esta guerra entre grupos armados ilegales ha dejado más de 10 homicidios en las últimas semanas, entre ellos el caso de una pareja que fue asesinada tras asistir a una celebración de carnaval. “Media Luna Pivijay se está convirtiendo en un pueblo fantasma. Ya hay una alerta de desplazamiento y el miedo se siente en cada rincón”, denunció la defensora de derechos humanos. Comerciantes y habitantes han señalado que los grupos criminales intentan obligar a la población a tomar partido en el conflicto, lo que ha intensificado el temor entre los ciudadanos. Ante esta grave situación, ni la Gobernación del Magdalena, ni la Alcaldía Municipal, ni la Policía se han pronunciado oficialmente. La única medida anunciada hasta el momento ha sido la oferta de una recompensa de hasta $5 millones por información que permita la captura de dos de los criminales más buscados en la zona. Sin embargo, la comunidad exige acciones contundentes para recuperar la tranquilidad y evitar que el municipio se hunda aún más en la violencia.