Urgen mayores controles y ‘mano dura’ para erradicar la proliferación de carretilleros que fomentan la competencia desleal y congestionan la parte externa de la plaza principal del centro de abastecimiento. Muy preocupados se encuentran algunos comerciantes del segundo piso del Mercado Público por la poca afluencia de compradores que acuden a la principal despensa de alimentos, según ellos, por la pereza de no subir la rampa de accesibilidad. El panorama en el segundo piso del edificio principal es desalentador ya que se observan varios puestos desocupados, solitarios y sin funcionamiento porque sencillamente los comerciantes no aguantaron la competencia económica de vendedores en carretillas que circulan en los alrededores de la plaza de Mercado Público. Muy a pesar de los controles y operativos que realizan los inspectores o Vigías del Espacio Público y Control Urbano para evitar la proliferación de vendedores de frutas, verduras, hortalizas, yuca, plátano, papa y otros alimentos, el desorden es ‘pan de cada día’ en la parte exterior de la principal despensa. Son muchos los samarios, residentes y turistas que prefieren hacer sus compras y abastecerse de los productos básicos de la canasta familiar en cualquier esquina, en las carretillas que se ubican sobre las calles 11, 12 o 13 e inclusive en la Avenida del Ferrocarril, sin importar el traumatismo que se origina a la movilidad vehicular. Mientras tanto, varios comerciantes instalados en el segundo piso del Mercado Público siguen agradecidos con su clientela fiel que acude desde muy temprano para adquirir alimentos frescos con peso justo y a precios asequibles, igualmente una variedad de frutas, legumbres, hortalizas, tomates, cebollas, ahuyama, papa, plátanos verdes o amarillos y mucho más. Algunos expendedores de alimentos instalados dentro de la plaza coinciden al afirmar que la administración del Mercado Público debería mantener una campaña permanente de promoción en aras de revitalizar la economía popular, así mismo no bajar la guardia con respecto a la proliferación de carretillas que se ubican en la parte exterior generando una competencia desleal y además desestimulan el ingreso a la plaza en donde los comerciantes organizados brindan calidez humana, atención directa, alimentos higiénicos con un pesaje bien calibrado y a unos precios de fácil adquisición. También piden aumentar los operativos de control y ‘mano dura’ para erradicar la proliferación de carretilleros que fomentan la competencia desleal y congestionan la parte externa de la plaza principal del centro de abastecimiento más importante de Santa Marta.